En California se vive una contienda política sin igual. Durante los
días previos al cierre de campaña suceden extraños homicidios donde los
culpables son personas sin antecedentes y de respetable trayectoria, las cuales
sufren una extraña pérdida total del cabello; el cambio en estos sujetos opera
en forma repentina y violenta, sufren un acceso de furia irracional y atacan a las personas cercanas de
manera brutal, para luego cometer suicidio del modo más destructivo. Jerry, un
testigo de uno de los incidentes, y por ello involucrado por la policía, decide
emprender una investigación por sus propios medios. Los acontecimientos cobran
mayor inquietud cuando descubre un elemento extraño y común en estos crímenes: el
llamado “resplandor azul”.
El director Jeff Lieberman es un artesano del cine cuya carrera se ha prolongado durante cuatro décadas, muy dilatadamente, pero siempre recorriendo diversos ángulos dentro del cine de género. Sus primeros trabajos se remontan a la innovadora década de los años 70, y en ellos se pueden encontrar dos de sus trabajos más delirantes y vigorosos, deudores del horror corporal. De esta manera, aquellas dos películas son las siguientes: primero, "Squirms", conocida en español como "Gusanos infernales", donde el horror se manifiesta tal cual reza su título, y la siguiente producción de mayor dimensión en su propuesta cuyo titulo es "Blue Sunshine", o "Sueño maldito" según el Imdb.
"Blue Sunshine" es una singular película que no se inscribe del todo dentro del "body horror" y tampoco dentro del "terror por contagio", es decir, resulta comparable a un gran título como lo es "Rabid", del canadiense David Cronenberg debido a la temática en la que se inscribe en líneas generales, pero sabe mantener suficiente distancia para obtener su propia entidad. De esta manera, se trata de una película muy interesante ya que su trama va más allá del horror en escena y se acerca mucho más a la conspiranoia reinante de aquella década, de consumo de alucinógenos y programaciones mentales. Esto la convierte en una obra muy digna de su tiempo, en el buen sentido porque ya se sabe que los años setenta fueron los más revolucionarios y trasgresores para el desarrollo del séptimo arte.
La puesta en escena resulta bastante aceptable, con distintas locaciones y escenarios, lo que permite una narración muy dinámica. De este modo, la película logra transmitir la sensación de contar una historia con un misterio que se va extendiendo por toda la ciudad. Hay muchas escenas en exteriores, siguiendo al protagonista en su afán por resolver este extraño caso. Acompaña este recorrido una musicalización llena de energía y cargada de electrónica en cuyo clímax final llega a ser delirante.
Se aprecia en esta película un nivel de actuaciones que cumplen con su cometido, dentro del tono adecuado de extrañeza que conlleva este relato. El protagonismo está a cargo del renombrado actor Zalman King, un nombre que es mayormente reconocido como director y productor del más celebre cine erótico que fue visto durante fines de los años ochenta hasta principios de los años dos mil, si bien es cierto que se mantuvo activo prácticamente hasta sus últimos días en el año 2012. Desde la producción de "Nueve semanas y media", pasando a la dirección de "Orquidea salvaje" y su secuela, o su incursion televisiva con la serie "Red shoes diaries", Zalman King se volvió célebre y su nombre se asocia al subversivo cine erótico que llegó a las salas por aquellos años y que tambien encontró un lugar en las estanterías de los videoclubs, los últimos reductos de los cinéfilos.
La actuación de Zalman King es bastante correcta, viéndose muy entregada en cada una de las situaciones que componen la travesía de su personaje. Asimismo, el resto del elenco cumple con su participación en esta historia de secretos que se van descubriendo, y con situaciones violentas muy desenfrenadas en cada caso. Es en estos momentos donde el director Lieberman hace gala de su buena dirección filmando escenas que no dan tregua a sus víctimas, y donde todo objeto se convierte en arma mortal. Quizás el maquillaje de la pérdida del cabello no esté del todo logrado, pero de todos modos se otorga a estos personajes un aspecto bastante desquiciado y hasta aterrador una vez que cae en el desenfreno.
Es muy destacable que la historia escrita por el director sea capaz de sintonizar con los temores surgidos en los años sesenta como son la proliferación de alucinógenos y la experimentación en la mente humana con fines aterradores, así como las siniestras intenciones de los políticos que nos dirigen, portando una falsa maquinaria propagandística. La modernidad de los años setenta oculta estos asuntos siniestros, pero sólo para emerger inesperadamente con resultados devastadores. La película logra plasmar estos asuntos de manera muy atractiva, y con un espíritu de serie B muy reivindicable.
"Blue Sunshine" es sin duda una película cuyo visionado promete y cumple, una experiencia inolvidable para quienes nos sentimos atraídos por historias delirantes y violentas en la que muchos consideran la mejor década del cine moderno.