Siete bellas jóvenes son miembros de una fraternidad estudiantil, y están a punto de organizar una gran fiesta en la mansión que pertenece a la señora Slater, ausente hace buen tiempo. Sin embargo, la noche previa a la reunión, la dueña regresa inesperadamente y les advierte que impedirá la reunión en su propiedad. Al día siguiente, una serie de acontecimientos lleva a los habitantes del lugar a perder totalmente el control de sus actos. Un terrible suceso es el preludio de una ola de muertes, como producto de un secreto guardado por años. La gran noche de la fraternidad se convertirá en la última noche de sus vidas.
El escritor y director norteamericano Mark Rosman inicia sus labores en el mundo del cine como asistente de dirección en el film "Home movies" del cineasta Brian De Palma, gran exponente del cine posmoderno y el mejor heredero del cine clásico del británico Alfred Hitchcock. A propósito de lo dicho, en la trayectoria de Rosman se incluye su participación en el año 1988 en un episodio de la serie "Alfred Hitchcock presenta", que hacía su regreso con una tercera temporada.
La carrera posterior del director Rosman no siguió en este género, pasando en los años noventa a producciones de bajo presupuesto para el mercado doméstico, como el thriller fantástico "The Force", entretenida película, habitual del videoclub y la televisión nocturna, así como "Evolver", donde desarrolla una cinta de ciencia ficción para todo público. En este siglo XXI, la mayor parte de su filmografía se encuentra en las producciones de corte familiar y juvenil, como la exitosa serie de TV "Lizzy Maguire" y películas para la gran pantalla y lucimiento de la actriz Hillary Duff. Sin duda, películas bien realizadas, dentro de su género.
Con un relato que escribe en el año 1980, Mark Rosman empieza su carrera cinematográfica con su primera cinta en el año 1982, a la que titula "The House on Sorority Row". La historia parte de su experiencia universitaria, y elabora una historia con elementos del cine de horror predominante. Para el momento crucial de la película, el director guionista se inspira en la obra "Les diaboliques", de Henri-Georges Clouzot, del año 1955. De esta manera, se obtiene una cinta de terror que propone una vuelta de tuerca al slasher genérico, con muy buenos resultados pues no decepciona en absoluto.
"The House on Sorority Row" puede ser considerada una de las mejores películas que se han realizado dentro del cine de horror de los años ochenta, y con mucha dignidad puede incluirse en una selección al lado de las mejores películas dentro de su temática. Para quien escribe, resulta mejor que "Slumber party massacre" y mucho mejor que "Sorority house massacre".
La obra pone énfasis en la construcción dramática de su relato a partir de una situación que estalla en el justo momento, a partir del cual se establece una atmosfera cada vez más agobiante y enrarecida, apoyada en forma sobresaliente por las actuaciones de su elenco, totalmente acertado en su desempeño. La actriz Kate McNeil cumple eficazmente su rol de "final girl", lo cual sorprende al ver que no disponga de una mayor trayectoria fílmica, pues aquí se aprecia que es una actriz con muy buenos recursos de interpretación. Por su parte, el resto del elenco compone un interesante cuadro de personajes, todos muy representativos dentro de este tipo de historias, pero bien desarrollados, destacando la actriz Eileen Davidson como la compañera conflictiva, amante de las armas, y causante de la crisis detonante del horror.
Sin duda, la dirección de Mark Rosman es el eje central para el buen resultado del film, conduciendo el relato desde lo cotidiano, la ensoñación juvenil y la rebeldía, hacia la ira y la locura violenta propia del género. El aspecto visual de la película demuestra amplios recursos de estilo, con primeros planos impresionantes, uso acertado de las sombras, sonido e iluminación inquietante, e incluso plano en picado. Así como imágenes de horror que sorprenden con su precisión, sin despliegue abrumador del trucaje gore habitual para estas producciones, lo cual demuestra un buen manejo de tensión narrativa sin mayores efectos. Por su parte, la música resulta muy eficaz en su ejecución dramática, obra del reconocido compositor Richard Band, uno de los más importantes músicos del género, demostrado en su larga trayectoria posterior a este film.
De esta manera, consideramos que "The House on Sorority Row" es uno de los mejores títulos del cine slasher de la década de los ochenta, y uno de los más importantes del cine de horror del siglo XX, al lado de "Halloween" de John Carpenter y "Black christmas" de Bob Clark. A ese nivel la ubicamos, sin problema. En el año 2009 se realizó un remake, como se hizo con muchas producciones clásicas. Pero esa es otra historia.
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