El Conde Yorga, Vampiro (1970)

Un grupo de personas llega hasta la mansión de Yorga, Conde de Bulgaria, quien tiene fama de ser un experto espiritista. Sin embargo, Yorga es un peligroso vampiro que ha llegado al nuevo continente en busca de bellas victimas con las cuales saciar su inmortal sed de sangre.

La figura de Yorga surge debido a la falta de derechos filmicos sobre el más célebre de los vampiros, el Conde Dracula, por parte de la productora AIP, por lo que se optó por la creación de un nuevo personaje de caracteristicas muy similares, el cual es ubicado en el siglo XX, en la moderna California, donde la sociedad es renuente a creer en mitos ancestrales, a diferencia de los habitantes del siglo XIX, donde se temía a la figura del vampiro, pues creian en su maldad y se mantenían alejados de aquellos misteriosos castillos en los que podían habitar, convirtiéndolos en lugares prohibidos para cualquier viajero. Ahora la modernidad parece haber enterrado aquellos mitos y creencias. Sin embargo, el misterioso personaje conocido como el conde Yorga se instala en la gran ciudad como un experto en ciencias ocultas, atrayendo la atención de un grupo de personajes que ven ésto como una curiosidad. La amenaza oculta que constituye la figura de Yorga revive el terror ancestral y la maldición del no muerto, que vuelve con la misma fuerza que en los clásicos relatos de horror. La atención del vampiro recae en bellas mujeres, a las cuales convierte en sus fieles esclavas, secuestrándolas y manteniéndolas ocultas al interior de su gran mansión, convertidas ya en temibles vampiresas. La desaparición de éstas jóvenes es la que lleva a la investigación de los hechos al doctor James Hayes , quien involucra a sus amigos para buscar la forma de detener al ser maligno.

Realizada por el director Bob Kelljan , la pelicula constituye un trabajo de interés al narrar una historia propia del terror clásico y de ambientación gótica, pero en un escenario moderno y actual (ésto relativamente, ya que la pelicula es de 1970), lo que no impide apreciar buenas secuencias dignas del mejor terror vampirico, como el ataque de Yorga a la camioneta en medio de la noche, la visita a la alcoba de su joven victima, en una secuencia que combina efectivamente el terror y el erotismo, ésto gracias a la belleza de la actriz Judy Lang, realmente espléndida, y la secuencia final en lo profundo del refugio de Yorga y el ataque de las vampiresas. El director Kelljan logra buenos momentos con sus movimientos de cámara, logrando imágenes con una iluminación adecuada, utilizando al interior de la mansión una ambientación que rinden tributo al cine de vampiros hecho por la Hammer Films, referente ineludible.

Las actuaciones resultan correctas en general, destacando el actor Robert Quarry, de carrera televisiva que gracias a éste trabajo ganaría notoriedad, al lograr un personaje muy digno, altivo, elegante y siniestro, convertido luego en feroz vampiro. El guión presenta momentos que resaltan la vanidad del conde y su desdén por los seres humanos, desarrollando diálogos en los que Yorga subestima a sus adversarios, lo que supondría la lógica conducta de un ser inmortal, aunque su final no sea un buen ejemplo de su genio, y por el contrario resulta bastante ingenuo, sin estar a la altura del personaje. Otros diálogos divertidos son los que se desarrollan acerca de la creencia en los vampiros, asi como la sesión realizada en la casa de Yorga y su forzada velada esperando el amanecer.

"El conde Yorga" es una pelicula que no decae en ningún momento, y que mantiene el interés en todo su desarrollo. Asimismo, lo que le da un innegable atractivo a la cinta es ese aire propio del cine de los años 70´s, que la convierte en un buen ejemplo del cine de horror de aquellos viejos tiempos. Personajes como Yorga o "Blacula" permitieron que la fascinación por el cine de vampiros se prolongue durante la década que se iniciaba, y renovaron el mito para todo el público ávido de sustos y miedos, haciendo honor a su carácter de ser inmortal, demostrando su fuerza más allá del terror clásico. Kelljan haría luego otra buena pelicula como es "Grita Blacula, grita", de visión más moderna aún por su carácter de "black-expoitation", de la cual hablaremos en otra oportunidad.