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martes, enero 28, 2014

Re-Animator (1985)



Amable lector, anímese a coger un texto cualquiera del escritor Howard Phillip Lovecraft (Providence, 1890- 1937). Sentirá que ha ingresado a un lugar donde lo innombrable, lo que no es de este mundo y lo que no puede ser descrito son cosas que pueden hallarse en diferentes rincones de estos inquietantes caminos. Y si usted tiene suerte, notará que el ambiente alrededor suyo parece contagiarse de la maldad propia de estas perturbadoras presencias. Por supuesto, le vendrán más ganas de continuar leyendo el relato que tiene en sus manos.

El terror descrito por Lovecraft ha proyectado una sombra larguísima, tanto al interior de la literatura fantástica, donde autores como Robert Bloch, Stephen King, Ramsey Campbell y muchos otros han rendido tributo a su obra con historias que buscan reproducir esta concepción de lo irreal, con resultados más o menos logrados, según cada caso. Pero no sólo la palabra escrita se ha sentido fascinada por tales pesadillas. El arte de la imagen en movimiento, el cine como fenómeno de masas ha pretendido nutrirse de ellas y convertir estos textos en imágenes que resulten dignas de tal horror cósmico.


Tenemos el penoso deber de informar que la mayor cantidad de intentos han sido infructuosos. Y es que, a decir verdad, el terror indescriptible es algo que no hay por dónde cogerlo, más aún si es un cineasta sin imaginación. Esto es algo que han comprendido muy pocos. Uno de ellos fue el gran Roger Corman al momento de adaptar la novela corta “El extraño caso de Charles Dexter Ward” para la realización de su film “El palacio encantado”.

En este caso, el terror lovecraftiano se convirtió en el terror de la AIP, empleando las mismas fórmulas utilizadas en la serie de películas dedicadas a la obra de otro escritor como el gran Edgar Allan Poe, casi diferencia alguna. Qué importaba ello. El cine funciona bajo sus propias reglas. Así se obtuvo una interesante película, donde el gran Vincent Price brilló como siempre. Poco más de 20 años después alguien comprendió el mensaje, y echó mano a las referencias literarias, pero creo un producto totalmente nuevo.



El director Stuart Gordon, nacido en Chicago, USA , en 1947, es un entusiasta realizador del cine de horror independiente quien aún se mantiene muy activo en su carrera. A lo largo de los años ha conformado una filmografía de mucho interés, la cual va recorriendo el género del horror ya durante tres décadas. Además de ello, Gordon también ha probado suerte en otros géneros, realizando filmes de ciencia ficción como “La fortaleza infernal” y sorpresivamente, incursionando en el drama más intenso con películas como la violenta “El rey de las hormigas”, el drama urbano en “Edmond” (a partir de una historia escrita por David Mamet), y su más reciente trabajo en esta línea titulado “Stuck”, merecedora de buenas críticas en los lugares donde ha sido exhibida. Hoy en día Stuart Gordon se mantiene dentro del cine independiente, espacio donde ha podido desarrollar su prolífica labor.

Los inicios de este director alcanzaron una notoria repercusión en el año 1985, tras haber despertado el interés del productor Brian Yuzna, y de la productora Empire Pictures, propiedad de Charles Band, ávido amante del cine fantástico de serie B durante décadas, con el fin de llevar a la pantalla una película de horror tan impactante como ingeniosa. A partir del guión escrito por Dennis Di Paoli, William Norris y el propio Stuart Gordon, “Re-Animator” llegó a las pantallas de cine convirtiéndose instantáneamente en un film de culto.



Basado en los relatos cortos escritos por H.P.Lovecraft sobre las tenebrosas aventuras del doctor Herbert West, una de sus creaciones literarias, “Re-Animator” alcanzó la categoría de clásico del horror debido a su eficaz combinación de terror, gore, sexo y humor negro. Realizada al costo de un millón de dólares, aproximadamente, cuenta con los principales elementos de aquellos relatos, manteniendo la esencia de su argumento, pero actualizándola a los nuevos tiempos, pues en su versión escrita los hechos ocurrían durante los primeros años del siglo XX.

El director lleva a cabo una versión moderna, incluyendo nuevos personajes e intrigas, las cuales de todas formas recuerdan poderosamente el relato lovecraftiano, tanto en su fidedigna descripción de Herbert West junto a su compañero de desventuras, el estudiante de medicina Dan Cain, como en el uso de algunos elementos puntuales, como animales muertos, sótanos tenebrosos, cabezas y cuerpos decapitados, asuntos tomados de su fuente literaria para conformar nuevas situaciones.


Esta historia nos narra la forma en que Herbert West, estudiante de medicina de la mítica Universidad de Miskatonic, considerado todo un genio en su materia, siente una enfermiza fascinación por la experimentación con cadáveres. Su interés esta en lograr la reanimación artificial de los cuerpos, con el fin de demostrar la forma en que el organismo humano puede “volver a la vida” operando como una maquinaria, al reactivar las funciones vitales de todos sus órganos, incluido el cerebro, dotándolo de una nueva fuerza motriz que incluye reactivar la actividad cerebral. El escabroso cuento escrito por Lovecraft presenta algunos momentos donde se hace presente el horror proveniente del más allá. Esto queda en las páginas del texto, porque la apuesta hecha por Gordon en su adaptación fílmica apunta al terror más gráfico y visceral, predominante en el cine fantástico de la década ochentera.



Contando con poquísimos recursos, la filmación se llevó a cabo en espacios cerrados, débilmente iluminados, con excepción de los momentos en los corredores de un hospital que no lo era, gracias a la labor de escenarios del especialista Robert Burns. Buena parte del film fue filmado al más puro estilo de “El bebé de Rosemary” de Roman Polansky, con la cámara siguiendo a los personajes a través de los pasillos y al interior de cada habitación, sobretodo en los momentos de mayor tensión.


Esto debido a la admiración que siente Gordon por aquel clásico del horror demoniaco. No obstante, no es el terror el elemento predominante en este film, pues por el contrario, una especie de humor involuntario se desprende de estos momentos (por ejemplo, atención a la pelea de West contra el gato “Rufus”).

Y es que lo delirante del argumento y de las situaciones propuestas sorprenden en su ingenioso y perverso sentido del humor, donde la muerte, los zombies y los despliegues de horror gore constituyen todo un festín de delirio sicotrónico, donde no faltan ciertos toques de erotismo enfermizo gracias a la belleza voluptuosa de la actriz Barbara Crampton. En ese sentido también es destacable el aporte de los guionistas con el personaje del doctor Hill, convertido en el peor enemigo de West, y aún más perverso y desalmado que el propio protagonista. En su aspecto más desquiciante Hill es un experto en hipnosis, lo cual lo convierte en un peligroso enemigo, aún después de la muerte.



El reparto de actores se encuentra a la altura del encargo, tomado esto como un verdadero elogio, pues el protagonismo del destacado actor Jeffrey Combs en su papel de Herbert West es de antología. Combs da en el clavo en su interpretación, con su mirada, sus gestos y en sus maneras, convirtiéndose en el enfermizo y cada vez más demente hombre de ciencia. El actor Bruce Abott da vida a Dan Cain, el compañero de West, quien se ve arrastrado por la locura de su inusual maestro del mal. Completan el reparto la actriz Barbara Crampton, ya mencionada, como Megan, el interés romántico de Dan, Robert Sampson como el desafortunado suegro, y el ya fallecido actor David Gale como el malvado doctor Hill, en una actuación maravillosa.

A destacar también el apartado de efectos visuales a cargo del especialista John Carl Buechler, a cuya labor se debe el impactante horror gore que incluye miembros seccionados, sangre a borbotones y vísceras vivientes. Años después, Buechler incursionó en la dirección de películas con títulos como “Cellar Dweller”, “Viernes 13, parte 7” y “El asesino del 49″, entre otros títulos. La música es obra de Richard Band, quien realizó una partitura muy deudora del tema de “Psicosis” del músico Bernard Hermann, lo cual le trajo más de un problema que posteriormente fue solucionado.

“Re-Animator” es una pieza clave del cine de horror de la década de los 80, cuenta con el “mad doctor” más famoso del cine fantástico moderno, y es toda una muestra del encanto de la serie B, hecha con pocos recursos, pocas virtudes formales en opinión de algunos críticos sesudos, pero, innegablemente, hecha con muchísimas ganas y un verdadero amor por el trabajo realizado. (Publicado originalmente en "Los pequeños cinerastas")



jueves, julio 10, 2008

El palacio encantado (1963)



Titulo original : The haunted palace Otros titulos : El palacio de los espiritus (España)
En un viejo castillo ubicado en una apartada región del poblado de Arkham se refugia Joseph Curwen, un siniestro personaje quien realiza rituales secretos bajo la guia de un antiguo libro prohibido, conocido como el Necronomicon. Con ello, Curwen ofrece a una terrible entidad del mas allá, el sacrificio de una bella mujer, habitante del pueblo, por cuya desaparicion se moviliza todo un gran grupo de personas hasta el tenebroso castillo. Allí, el brujo es tomado por la fuerza y conducido hasta el bosque, donde es atado a un árbol y quemado vivo. Pero antes de su muerte, Curwen maldice a todos sus ejecutores, jurando que llegará el dia en que su venganza caerá sobre sus descendientes. Años más tarde, el noble Charles Dexter Ward llega a Arkham en compañia de su esposa Ann , para reclamar la herencia que le ha sido adjudicada: el viejo castillo de Joseph Curwen, su antepasado, ignorando toda la trágica historia que se oculta en aquellos muros. A pesar del rechazo del pueblo, Charles llega al castillo. Allí descubre el gran retrato del antiguo dueño del lugar y se sorprende al observar el impresionante parecido que guarda con él. Posteriormente, el espiritu del hechicero se apoderará de su alma y reiniciará la maldición, desatando monstruosas deformidades entre los lugareños y sembrando la muerte en la región, en busca de liberar en nuestro mundo una poderosa fuerza maléfica.

Realizada en el año 1963 por el prolífico productor y director norteamericano Roger Corman, "The haunted palace" es una de las mejores muestras del cine de terror de la maravillosa década de los 60´s. Corman y la AIP habían llevado a cabo una serie de peliculas inspiradas en la literatura del gran escritor Edgar Allan Poe, siendo éstas: "House of Usher", "Pit and the pendulum", "Premature burial", "Tales of terror", "The raven", "The masque of the Red Death" y "The tomb of Ligeia", completando con éste film que nos ocupa un total de ocho titulos. Sin embargo, en este caso surge una especial consideración, ya que la historia que inspira el guión escrito por Charles Beaumont corresponde a la novela de otro gran escritor, como es Howard Phillips Lovecraft, uno de los más influyentes escritores del terror fantástico en la literatura moderna. La obra de Lovecraft ha sido materia de adaptaciones o de libre inspiración en muchas peliculas, desde entonces hasta la fecha, y con resultados dispares, lográndose algunas brillantes realizaciones hasta flojos trabajos. Roger Corman se involucra en el universo de Lovecraft gracias a la novela "El extraño caso de Charles Dexter Ward", una de las obras de terror más impresionantes que se hayan escrito.

En ella se narra la historia de un joven estudioso, el personaje del título, aficionado a la investigación de su árbol genealógico. En esto logra descubrir la existencia de un antepasado suyo cuya vida estuvo rodeada de misterio, lo cual llega a producir en él una gran atracción. Su nombre era Joseph Curwen, personaje vinculado a extrañas actividades que incluían el tráfico de esclavos y el robo de cadáveres, para luego realizar misteriosos rituales que estremecieron a la comunidad de Arkham en Providence, Massachusets. Charles D. Ward decide investigar la naturaleza de los planes de Curwen, pero sin poder advertirlo cae en una trampa del pasado que busca traer al presente una fuerza maligna capaz de convertir al mundo en un verdadero infierno. El relato de los hechos, alternando el pasado y el presente, se realiza en forma magistral por Lovecraft, siendo aún más impresionante y estremecedor en los pasajes en los cuales el mal es invocado y hace acto de presencia en nuestro mundo. Del mismo modo, toda la oscura intriga de Joseph Curwen resulta muy inquietante al mostrarnos a un ser que es pura maldad, y que no se detendrá ante nada para lograr sus propósitos. Este es sin duda una de los mejores relatos de horror de su recordado autor, y que se convierte en una obra muy representativa de su gran imaginación y de sus oscuras invenciones, que ha influenciado a casi todo escritor moderno de este género. En cuanto al cine, se ha llevado a cabo su adapación filmica en más de una oportunidad, siendo los casos mas reconocidos una pelicula realizada en 1992, titulada "The resurrected", dirigida por Dan O´Bannon, y que resulta particularmente fiel al relato escrito. El otro caso es el film del cual hacemos aqui su comentario, "The haunted palace".

A pesar de no inspirarse en una obra de Edgar Allan Poe, los productores de la AIP decidieron incluir esta pelicula dentro del ciclo de producciones dedicadas a éste autor ante el entusiasmo y deseo de Roger Corman por dirigir éste film, para lo cual se decidió dejar de lado el titulo original de la novela de Lovecraft y en su lugar tomar el titulo de uno de los poemas de Allan Poe, con la sola excusa que incluir su texto dentro de las lineas del guión. El éxito comercial que se obtuvo con estos filmes animó a buscar la continuidad de la serie, recurriendo a medidas de este tipo. En este caso, como ya era habitual, se contaba con el actor convertido ya en una gran estrella, el genial Vincent Price, quien de las ocho peliculas dedicadas a Poe participó en siete de ellas, con la excepción de "Premature burial", estelarizada por Ray Milland. El notable actor norteamericano se convirtió en el protagonista, llevando a cabo el doble papel de Charles Dexter Ward y de Joseph Curwen, como lo exigía el relato. La actuación de Price está dentro de lo mejor del film. Su caracterización logra mostrar una adecuada dicotomía en la conducta del desafortunado Ward, al ser victima del espiritu maligno de su antepasado, que lo obliga a dejar su nobleza, su rectitud y el amor por su bella esposa para asumir una personalidad siniestra y llena de crueldad, que es capaz de humillar a Ann, quien se encuentra desconcertada al no reconocer a su esposo en aquel hombre. Asimismo, el resucitado Curwen lleva a cabo una labor macabra, cuando, contando con la ayuda de su fiel sirviente Simon, profana tumbas, roba cadáveres, prepara rituales malévolos y comete horrendos crimenes en cumplimiento de su antigua venganza. Price demuestra que su sola presencia pudo convertir un correcto trabajo en una experiencia inolvidable dentro del cine de terror.
 
Acompaña al actor otra figura que tambien aportó su labor a muchas peliculas del género, formando parte de la galería de grandes figuras del cine fantástico. Se trata de el actor Lon Chaney Jr., hijo del mítico Lon Chaney, el hombre de los mil rostros, un digno heredero del talento de su padre, ya que tambien pudo dar vida a diversos monstruos del cine como "El hombre lobo", "Frankenstein" o "La momia", peliculas que si bien es cierto encasillaron su carrera en la actuación lo han convertido en un entrañable personaje. Quien escribe éste post, recuerda muy bien que el primer monstruo cinematográfico visto en su vida fue el mítico Hombre Lobo de Lon Chaney Jr, ¡que maravilla de recuerdo¡¡. Para ésta pelicula de Corman, el actor llegó a ella, reemplazando nada menos que a Boris Karloff, quien en un principio estuvo considerado en el rol de Simon Orne.

Cabe mencionar la participación de los actores, el norteamericano Frank Maxwell como el doctor Willet, quien dará inicio a la investigación de los misteriosos sucesos, y la bellisima Ellen Paget en el papel de Ann Ward, la esposa de Charles D.Ward, quien sufrirá la locura que se apodera de su esposo. El relato filmico mantiene el tema central de la obra lovecraftiana, donde el terror metafísico se convierte en la pesadilla que acecha constantemente a los habitantes de este pequeño poblado, a través de una fuerza maligna que busca desesperadamente irrumpir en nuestra realidad y apoderarse de ella. El famoso Necronomicon esta presente, convertido en pieza infaltable, teniendo en cuenta su gran relevancia en la conjura del horror. Resulta fascinante ver a Price enunciando palabras en un idioma desconocido que desatan el rito maléfico en aquel pozo de tormento. Corman y su guionista tratan de mantener intacto este aspecto, pero trasladan la narración a otro tiempo (ya que la novela de Lovecraft se ubica a inicios del siglo XX) y dejan de lado una serie de hechos y situaciones descritas en la novela en favor de mostrar una historia fiel al estilo impulsado por sus producciones, donde suelen ambientarse los sucesos descritos en lugares del siglo XIX, teniendo por escenario poblados y castillos antiguos por donde transcurre la historia de sus atormentados personajes. El resultado es muy satisfactorio.

Es aqui donde Corman demuestra su experiencia a la hora de lograr una puesta en escena impecable, con escenarios fascinantes y al mismo tiempo siniestros, como resulta ser, tanto el exterior que rodea la misteriosa mansión de Curwen, como tambien su interior, con sus suntuosas habitaciones y, por supuesto, su temible sótano ceremonial, donde se oculta el mismísimo Yog-Sothoth, lo que se señala, considerando el relato escrito. Notable labor del director artistico Daniel Haller, quien años mas tarde retomaría las adaptaciones de historias de Lovecraft en dos peliculas que él mismo realizaría : "Die monster, die" y "The Dunwich horror", basados en los relatos "El color que cayó del espacio" y "El horror de Dunwich", dos curiosas cintas de las cuales, quizas la más interesante sea la segunda, más fiel al espiritu del relato original a pesar de sus escasos medios y recursos, mienras que la primera tiene a su favor la presencia de Boris Karloff, ya bastante veterano para entonces. Contribuye con la muy lograda atmosfera la estupenda música de Ronald Stein. Finalizo diciendo que, "The haunted palace" es sin duda una de las mejores realizaciones de Roger Corman, y una buena muestra del mejor cine de terror clásico que tanto añoramos los que sentimos fascinación por estas experiencias visuales inolvidables.